Ruta 66. Etapa 7: de Williams a Oatman

Cuando nos pusimos a preparar el gran viaje, sin quererlo ni pensarlo nos dimos cuenta de que teníamos la posibilidad de recorrer una minúscula parte de la mítica Ruta 66 (unos 260km de los casi 4000km totales). A partir de ese momento se convirtió en una prioridad absoluta.

Da igual que la autopista pasara justo al lado y que ir por la histórica Ruta 66 significara tardar 2 horas más, daba lo mismo, era el momento. Nos queda marcado hacer la Ruta 66 completa en un futuro  🙂 (en un futuro algo lejano porqué queremos ver más mundo que no sólo EUA).

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Recorrido

Cuanto dejas atrás el Grand Canyon bajando por la US-180 que luego se convierte en la AZ-64 S (dirección sur), llegas directamente a Williams, la primera de nuestras paradas.

Desde Williams ya se puede coger la Ruta 66, compartiendo nombre con la autopista I-40 W (I-40 dirección West, Oeste) hasta que en la salida 139 se separan. Cierto es que como de todas formas no íbamos a hacerla completa, decidimos ir por autopista hasta Seligman y allí si, seguir hasta Kingman por la Ruta 66. En Kingman hicimos noche, y menos mal porqué llegamos de noche y bajo la tormenta. El trayecto de Williams a Kingman son unos 210km y Google calcula que son unas 2h, pero tardamos más por culpa de la lluvia intensa… (lo importante era llegar) Aparte claro está de las paradas que hicimos en cada pueblo, y de la hora que se tarda del Grand Canyon a Williams.

Ya por la mañana iniciamos nuestro viaje hacia Los Angeles, previo paso por Oatman. El trayecto hacia Oatman fue la peor parte del camino, pero siempre lo recordaréis 🙂 (para lo bueno y para lo malo)

Williams

Cuando llegamos a Williams dijimos “ya hemos llegado a la Ruta 66”. Coches clásicos, gasolineras llenas de carteles de la época, tiendas de recuerdos llenas a rebosar de artículos…

Entramos en una tienda a comprar matrículas de coche de los 4 Estados por los que pasamos, y por la compra nos dejaron jugar a la ruleta. Nos quedamos a 1 sola casilla del premio gordo! Al final nos tocó una punta de flecha super auténtica…

Sin embargo y a pesar de que Williams nos gustó mucho por ser la primera impresión de la Ruta 66, nos quedamos con ganas de más, de que nos faltaba algo y eso se completó en la siguiente parada, Seligman.

Seligman

Seligman es mucho más pequeño que Williams, apenas la Ruta 66 con locales, tiendas y bares a los dos lados y poca cosa más, pero aún y así, el encanto a Ruta 66 que desprende es muy grande, casi tanto como Williams.

Especialmente interesante las tiendas Rusty Bolt y Delgadillo’s Route 66 Gift Shop, junto a la hamburguesería (entre otros manjares) Delgadillo’s Snow Cap. Los coches abandonados están en el terreno de detrás.

Kingman

Cuando no sabíamos ni que haríamos un trozo de la Ruta 66, Kingman ya formaba parte de la ruta diseñada ya que para nosotros era un punto estratégico, ni muy cerca ni muy lejos entre el Grand Canyon y Los Angeles. Desde el Grand Canyon hay unas 2h y media pero como paras a comer y a visitar todos los pueblos, puedes llegar a tardar alrededor de las 5h. Y de Kingman a LA hay otras 5 horas bien buenas.

Como hemos comentado antes, a Kingman llegamos de noche y lloviendo así que poco podíamos hacer. Fuimos al hotel, dejamos trastos y fuimos a buscar un In ‘n Out Burger, que como visteis en el post sobre comida, hacen una de las mejores hamburguesas que comimos!

Dónde dormir

Nos alojamos en el pintoresco motel El Trovatore. Que podemos decir del lugar? Bueno, que cumplía su función. Es un motel de carretera con aire a viejuno pero que le intentan dar un toque a Ruta 66. Las habitaciones tienen nombres de actores y actrices y puedes escoger entre las disponibles. Cabe destacar que como se aprecia en la foto, nos alojamos en la habitación Clint Eastwood.

Dice la leyenda que hay habitaciones más conseguidas, pero en la nuestra sólo había un par de cuadros del protagonista… Ni sombreros, ni tabaco, ni caballos, ni pistolas… Eso si, una cucaracha (ya muerta) en el baño.

Del motel, aparte de la cucaracha y de los cuadros del gran Clint, nos llevamos de recuerdo al dueño y a su perro. No físicamente obviamente porque no sabemos quien ocupaba más espacio, si el dueño o el perro… Y no es que el perro fuera un mastín o un dogo, era un chiguagua muy gordo. Pero si lo destacamos es por algo, estaba muy pero que muy gordo. Y sabéis su nombre? TACO! Si es que… Encima el dueño nos enseñó el truco que hace Taco para pedir comida, y ese truco no era otro que rodar (como no), ya que si le pide saltar el pobre se queda sin comer.

Después de cansar al perro, el dueño nos sacó el mapa de Kingman y nos explicó curiosidades, como por ejemplo que en la recta del hotel detuvieron a  Jean-Claude Van Damme por exceso de velocidad.

Dónde comer

Si queréis comer en un dinner muy famoso en plena Ruta 66, ese es Mr D’z Route 66 Diner. Allí desayunamos unos buenos huevos con bacon (evitar risitas) antes de emprender la ruta hacia Los Angeles, pasando por Oatman.

Oatman

Para ir de Kingman a LA no hace falta pasar por Oatman ni mucho menos, se puede ir por autopista sin ningún otro problema, pero queríamos desviarnos para ir a Oatman, un pueblo minero poblado por asnos (no es ningún insulto hacia sus habitantes, es que hay asnos, literalmente).

Estos asnos, o mejor dicho sus abuelos, trabajaron en la mina hasta que sus minerales se agotaron. Una vez ese recurso se acabó, los trabajadores abandonaron las minas y el pueblo y dejaron allí a los asnos salvajes. Con el paso del tiempo, los turistas han ido ayudándolos con comida hasta que ya se han hecho los dueños del pueblo exigiendo más y más. No sabemos quien era el asno jefe, pero no los vayas provocando por si las moscas (que había unas cuantas).

Si hacéis zoom en el mapa de antes, veréis que para llegar a Oatman hace falta ir por una carretera de curvas infinita… Y no eran curvitas, eran señoras curvas. Así que si queréis ir a ver asnos salvajes, os costará pero valdrá la pena, pero si el tema animales os resbala un poco, mejor coger autopista y directos a LA!

Nada más por el momento así que… Nos vemos!