Llegó nuestra última parada del viaje. Vuelta al punto de partida. Puede que Vilna (Vilnius en lituano) no tenga ese encanto que desprenden tanto Riga como Tallinn, pero también tiene sus rincones mágicos. Por eso te traemos qué ver en Vilna.
Vilna suele ser la gran olvidada por la mayoría de turistas. Al no tener puerto que acoja grandes cruceros, únicamente los que se acerquen por carretera o avión pueden visitarla.
Vamos a dar una vuelta por la capital lituana 🙂
Al no ser una ciudad crucero, podemos decir que Vilna es una ciudad paseo. Lo mejor que puedes hacer en la ciudad es perderte por sus calles (siempre que sepas volver), y ver sus “obligados”. Nosotros pillamos mal tiempo, llegando incluso a estar encerrados en la torre de Gedimino a causa de la lluvia torrencial.
Qué ver en Vilna
Cuando aterrizamos en Lituania lo primero que hicimos antes de recoger el coche de alquiler, fue recoger las Vilnius City Card en la oficina de turismo del aeropuerto. Aunque no las usamos hasta el final del viaje, nos salía a cuenta hacerlo al momento para no tener que desplazarnos hasta la oficina de turismo del centro de la ciudad.
El precio de la tarjeta varía según el número de días y si la coges con o sin transporte público. Va desde los 15€ por 24h y sin transporte, a los 30€ por 72h con transporte.
Nosotros no usamos el transporte público en ningún momento. Es una ciudad que te la recorres dando un paseo. Un paseo muy largo, pero un paseo al fin y al cabo.
Ayuntamiento
En el “centro” de Vilna se encuentra su ayuntamiento y como no, está situado en una plaza. Es una visita obligada si quieres conseguir información de la ciudad, ya que allí hay otra oficina de turismo. Si no habéis recogido las tarjetas de turismo en el aeropuerto, allí tendréis una segunda oportunidad.
Puerta de la Aurora
Lugar de culto para las personas que creen en los milagros. Existes muchas historias sobre los milagros obrados por la imagen de la Virgen María allí expuesta: desde curar enfermos a castigar villanos.
Hoy en día, la puerta de la aurora se encuentra en una calle estrecha y repleta de gente. Largas colas de gente dispuesta a pedir su particular milagro.
La catedral de Vilna y su campanario
Principal iglesia católica de toda Lituania. Data del siglo XIV, justo después de la cristianización del país. Al disponer de poco tiempo decidimos no entrar a visitarla, ya que queríamos pasar la mayor parte del tiempo paseando por la ciudad.
Durante la reconstrucción de la misma fueron descubiertos en el interior altares paganos y diversas capillas subterráneas.
Visita obligada en la ciudad, o por lo menos pasear por allí. Está situada en una plaza al final de la Avenida Gediminas y va de paso hasta el monte Gediminas.
Por cierto! Gediminas fue un gobernante medieval del Gran Ducado Lituano. De ahí la avenida, el monte y la torre en su nombre.
Iglesia de Santa Ana e Iglesia de los Bernardinos
Cuando sales de la república de Uzupis, a mano derecha te encuentras el conjunto de construcciones góticas más bonitas de toda Lituania: la Iglesia de Santa Ana y la Iglesia de los Bernardinos.
La Iglesia de Santa, la más pequeña de las dos, fue construida en madera en el s.XIV y reconstruida en piedra después de un incendio en el s.XV.
Dicen que la Iglesia de los Bernardinos es tan grande, porque la gente acudía en masa a escuchar los buenos discursos que allí se daban.
Torre de Gediminas
La torre Gediminas se encuentra en lo alto del monte Gediminas. ¿Coincidencia? Para subir hasta arriba del monte puedes hacerlo de dos maneras: andando (manera obvia) o en funicular. El precio de ida es 1€ y el de ida y vuelta… 2€!
La torre cuesta 4€ los adultos, aunque está incluido en el precio de la Vilnius City Card. Dentro podrás encontrar un pequeño museo aunque eso es lo de menos (sin menospreciar al museo), lo mejor de todo son las vistas. A no ser que pase como con nosotros que nos diluvió 🙁
Avenida de Gediminas
La avenida comercial de la ciudad. Centros comerciales, tiendas de marcas importantes, restaurantes,… Todo lo que un consumista sin remedio puede desear. Además, la carretera adoquinada le da un aire especial. Cuando os hayáis cansado de museos, es un buen lugar para desconectar 🙂 .
Calle Pilies
La calle Pilies es la más antigua de la ciudad. Llena de bares y tiendas de recuerdos, es otra de las zonas más bonitas para perderse. La calle pasa por la universidad y eso significa solo una cosa: ambiente joven y animado.
Si en la Avenida Gediminas destacaban las grandes tiendas, en la calle Pilies destacan los pequeños establecimientos. Las pequeñas (y no tan pequeñas) tiendas de recuerdos y pequeños locales.
República de Uzupis
Uzupis es un barrio de Vilna que se autodeclaró independiente en 1997. Tiene un ejército de unas 15-17 personas y una constitución de lo más curiosa: Todos tienen derecho a amar, todos tienen derecho a no ser amados, todos tienen derecho a guardar silencio, un perro tiene derecho a ser un perro,… Y así hasta 41 artículos.
En este barrio/república viven numerosos artistas y bohemios, por lo que el barrio está lleno de galerías de arte. Si viven tantos artistas… ya sabemos quien forma el “numeroso ejército” 🙂
Por cierto… Os habéis fijado que el río que hace de frontera de Uzupis, tiene forma de España? Haced zoom en el mapa 🙂
Dónde dormir
Sabíamos de antemano dónde nos metíamos, ya que usando Google Street View puedes ver la entrada, pero sin duda esperamos que la entrada al aparcamiento fuera tan estrecha.
Ya hablamos del hotel aquí, pero a modo de resumen: Pequeño apartamentito sin cocina, desayuno incluido, ubicado en la República de Uzupis y con aparcamiento libre en el solar del patio interior.
Vale… reconocemos que el Butas Užupyje da un poco de miedo por fuera (sobretodo miedo de no rallar el coche de alquiler para entrar al solar), pero todo lo contrario. Está situado a un paseo de todo, restaurantes que nos sorprendieron cerca, 34€ la noche… Todo lo que se le puede pedir a un alojamiento decente.
Comida
Ya hemos hablado de la comida lituana en otros posts como el de Trakai, así que no nos extenderemos mucho. Eso si… No dejéis de probar el queso frito:
Es una delicia! Lo encontraréis en muchos sitios, pero nosotros lo comimos en One Vilnafor All. ¿Porqué allí? Está situado en Uzupis, a escasos 3 minutos andando del hotel. Fue nuestra primera parada después de dejar maletas.
No os preocupéis porque lo encontraréis en muchos sitios. Preguntar por “Keptas varškės sūris“. En la imagen parece una pechuga de pollo pero no, es queso frito :).
Lo podréis comprar en cualquier supermercado, así que no dudéis en traerlo de souvenir!
Nada más por el momento así que… nos vemos!