Después de varios viajes veraniegos “de larga distancia” (China, Ruta 66, Japón…), ya tocaba hacer una ruta larga por Europa. Fue el momento de crear una Ruta por Alemania en 12 días.
Un viaje de 12 días en el que hemos visitado grandes ciudades, pueblos de cuento y lo que seguramente más nos marcó, mucha naturaleza.
Queríamos un viaje variado para no acabar cansados de ver siempre lo mismo. No queríamos visitar muchos pueblecitos porque al final todos nos parecerían iguales. Tampoco queríamos estar muchos días en la naturaleza porque al final nos habríamos cansado. Creemos que este viaje ha sido una mezcla perfecta de todo lo que queríamos.
Fuimos a Alemania en coche desde Barcelona, y lo hicimos por dos motivos básicos:
- Queríamos evitar aeropuertos y lugares cerrados con mucha gente durante bastante rato (por motivos más que conocidos).
- Alquilar un coche nos salía carísimo: unos 600 € (y después contar el seguro extra y los vuelos).
Tanto en la ida como en la vuelta pasamos 1 noche en Francia (para descansar de tantas horas de coche). Todo el viaje fueron 14 días reales, aunque aquí nos centraremos en los 12 de Alemania, por si alguien va directamente en avión.
Esta ruta puede ser modificable si alguien va en avión, ya que lo normal sería empezar y acabar en Múnich.
Día 1. Friburgo
Después de unas 3 h y media de trayecto llegamos sobre las 12 h a Friburgo. Eso sí, el hotel lo teníamos a las afueras y no podíamos hacer el check-in a esa hora. La única opción que teníamos era ir al centro directamente. Y, al ser domingo no se pagaba la zona azul para aparcar. Plan perfecto.
Paseo por el centro, cena de nuestro primer schnitzel y vuelta al hotel.
Día 2. Selva negra
Empezamos la ruta en coche por la selva negra y nos encontramos con una de las sorpresas del viaje, y una de las decepciones. La sorpresa fue el museo al aire libre de la selva negra (Black Forest Open Air Museum) y la decepción fue la cascada (y por qué no incluir el pueblo) de Triberg.
Seguramente, si vas en época navideña el pueblo gana mucho, pero en verano creemos que es un pueblo de lo más sobrevalorado…
Por la ruta también fuimos a las pueblos de Gengenbach (una preciosidad) y Schiltach (bastante bonito aunque para mi gusto, por detrás de Gengenbach), y fuimos al cuco más grande: Eble Uhren-Park GmbH, cerca de Triberg.
Si, el cuco es enorme y tiene su gracia… pero nos esperamos a que saliera el cuco y fue bastante lamentable. Los presentes nos empezamos a reir con cara de… “¿en serio?”.
Día 3. Castillos y cascadas
El día iba de castillos. Visitamos el castillo de Hohenzollern y el castillo de Lichtenstein y sinceramente, son dos experiencias totalmente diferentes. El primero de ellos es de visita obligada. En cambio, el segundo solo es necesario si quieres hacerte la foto típica.
Hohenzollern, desde lejos, parece un castillo de cuento. Con la entrada (que no es barata) entra una visita al interior de varias zonas del castillo y el minibus de subida a la montaña.
El castillo de Lichtenstein NO se puede ver si no pagas la entrada. Así que plantéate si quieres pagar 4 € por persona para poder verlo y hacerte la foto. Hay una muralla que rodea toda la zona y no se ve nada desde ningún ángulo.
Para hablar de la cascada de Urach hacemos un pequeño previo. Si miras el mapa de la parte superior verás que hay dos zonas de parking, una azul y otra amarilla. NO VAYAS A LA AMARILLA. Es a la que fuimos nosotros y es la mala.
Tienes que bajar por la montaña durante unos 25 minutos, con zonas un poco resbaladizas y por un camino estrecho para acabar llegando a la cascada por la parte de arriba. Con lo cual, tuvimos que volver andando y hacer la subida hacia el coche. Seguramente fue la peor experiencia del viaje. Eso sí, el parking era gratuito…
El otro parking, oficial y de pago, costaba unos 4 €, pero llegabas a la cascada en la parte inferior, la buena. Tengo que ser sincero. Estábamos frustrados de la experiencia anterior y nos fuimos a la siguiente parada sin siquiera ver la cascada.
Después de esa mala experiencia fuimos a Blautopf Blaubeuren. Puede que el nombre no te diga mucho, pero si ves las fotos, poco más hará falta explicar:
Seguramente es el lago más azul que vayas a ver en tu vida (aunque eso es jugársela mucho y no creo que sea del todo cierto). Es una visita gratuita. Trata de dar la vuelta al lago por un caminito y de vuelta al coche. Parece una tontería, pero es un lago maravilloso. SPOILER: puedes avisar a la familia para que se conecte a la página web del lago el día de tu visita. Hay una cámara web en directo y les puedes saludar desde allí.
Día 4. Pueblos de cuento
4º día de viaje en que acabamos durmiendo en Nuremberg. Vimos 3 pueblos: Dinkelsbühl, Rothenburg ob der Tauber, Bamberg. El más famoso es Rothenburg, pero fue el que menos me gustó de lejos.
Dinkelsbühl y Bamberg son pueblos mucho más que pequeños y quizá por eso tienen más encanto. Si juntas eso con que había menos gente, se disfruta mucho más.
Día 5. Nuremberg
Empezamos el día haciendo un free tour por la ciudad. Siempre que se puede y hay disponibilidad, hacemos un free tour. Es una grandísima manera de conocer la ciudad, sus secretos, su historia e incluso restaurantes donde comer.
Eso sí, lo ideal es hacerlo el primer día. Si lo haces el último día, la ciudad ya la has visitado y repites lugares aunque descubras algunas cosas nuevas.
Por la tarde nos acercamos al coliseo de Nuremberg. Ese que Hitler quería que fuera más grande que el de Roma, aunque lo dejó sin terminar. Spoiler: en el interior hay un parking.
Día 6. Lago de Konigsee
Dejamos la ciudad de Nuremberg y los pueblos en general, para ir a la zona de Berchtesgaden, al sur de Alemania y tocando a Austria. Es, sin ninguna duda, la zona que más nos gustó de todo el viaje. Pasamos 2 noches allí.
Como teníamos previsión de lluvia para el día siguiente decidimos, comprando las entradas unos días antes, ir al lago Konigsee y coger el barco para ir a otro lago, el Obersee. Bueno, la verdad es que en alemán “see” significa lago, así que serían los lagos Konig y Ober.
Ah… el barco es carísimo: 23 € por persona, ida y vuelta hasta Salet. Es un paseo de unos 45 minutos (solamente la ida y otros tantos para volver) por el precioso lago de Konig. Recomiendan comprar las entradas online. Nosotros no vimos taquillas abiertas cuando fuimos.
Como punto intermedio del día fuimos a Wimbachklamm. Una rutita de unos 10 minutos por una pasarela al lado de un río/cascada. La entrada cuesta 2 € y hay que comprarla en una máquina expendedora que hay al lado de una casa (de camino a la entrada oficial).
Como teníamos previsión de lluvia para el día siguiente, decidimos, comprando las entradas unos días antes, ir al lago Konigsee y coger el barco para ir a otro lago, el Obersee. Bueno, la verdad es que en alemán “see” significa lago, así que serían los lagos Konig y Ober.
Ah… el barco es carísimo: 23 € por persona, ida y vuelta hasta Salet. Es un paseo de unos 45 minutos (solamente la ida y otros tantos para volver) por el precioso lago de Konig. Recomiendan comprar las entradas online. Nosotros no vimos taquillas abiertas cuando fuimos.
Como punto intermedio del día fuimos a Wimbachklamm. Una ruta de unos 10 minutos por una pasarela al lado de un río/cascada. La entrada cuesta 2 € y hay que comprarla en una máquina expendedora que hay al lado de una casa (de camino a la entrada oficial).
Día 7. Lagos y Minas de sal
Después de desayunar fuimos a dar una vuelta por el lago Hintersee (Hinter). Tiene una ruta circular (como todos los lagos a los que fuimos) y se hace muy amena. A medio camino pudimos los pies en el lago y nos quedamos un rato descansando. Se estaba de maravilla.
También puedes alquilar una barquita, dar unos remazos y darte un baño, pero en nuestro caso el agua estaba helada.
Es una pena, pero no se pueden hacer fotos ni vídeos durante la visita a las minas de sal de Berchtesgaden. Es una actividad que la recomendamos hacer al 100%. Vale, son 20 € por persona (10,50 € por niño hasta los 16) pero entra:
- Audioguía en muchos idiomas (incluido español).
- Ropa térmica como la de los mineros.
- Trayecto de unos 10 minutos en trenecito minero (y otros tantos para volver).
- Un par de toboganes de madera que molan mucho.
- Un espectáculo audiovisual mientras vas en una especie de barquito.
Después de las minas fuimos a la iglesia de St. Sebastian, justo al lado del río, y vuelta al hotel.
PD: Si te gusta hacer rutas de montaña puedes ir al nido del águila: el refugio de Hitler en los Alpes Bávaros (aunque creo que lo visitó bien poquito).
Día 8. Dachau y Múnich
Día de emociones. Abandonamos el paraíso del sur de Alemania, para acercarnos a Múnich y empezamos (ya que íbamos en coche) por el centro memorial de Dachau. Dachau fue el campo de concentración original y en el que se basaron el resto.
Es el segundo campo de concentración que visitamos después de Auswitch y seguramente será el último. Sigue impactando y revolviendo el estómago. La visita es gratuita y solo tienes que pagar el parking (3 €) y si quieres, la audioguía (4 €).
Después de comer fuimos al parque inglés de Múnich y alquilamos un par de bicis a pesar de la amenaza de lluvia (tenéis el lugar en el mapa). ¿Y qué pasó? Pues lo que tenía que pasar… acabamos totalmente empapados. Eso sí, lo que nos llegamos a reír no lo olvidaremos nunca.
Inicialmente, íbamos a ir al hotel Buddy, pero nos cancelaron la reserva diciendo “que no iban a abrir”, mientras seguían ofreciendo la habitación en Booking al triple de precio de lo que habíamos pagado.
No íbamos a hablar de ello, pero te queremos avisar de ese hotel y de sus prácticas…
Día 9. Múnich
Empezó el día del mismo modo que empezó el día 5 en Nuremberg: free tour por la ciudad.
La lluvia seguía amenazando nuestra visita a la ciudad y si, acabó lloviendo. Tanto durante el free tour como después durante la visita por la ciudad. Pero bueno, no hay nada que un paraguas y una cerveza no pueda solucionar.
Día 10. Lago Eibsee
De camino a Füssen pasamos por tres puntos: el pueblo de Mittenwald, al lago Eibsee y el pueblo Oberammergau. Este segundo pueblo te lo puedes saltar sin problemas. Se parecía bastante al primero (como idea de pueblo), y si ya has visto uno, ya los has visto los dos.
El lago es muy bonito, y puedes hacer una ruta circular de 1 hora andando. Es una buena manera de ver el lago por todos los ángulos posibles. Como idea, puedes comprar unos bocadillos (lo compramos en Mittenwald) y comer durante la ruta. Es lo que hicimos nosotros y estuvo muy bien. El parking del lago fueron 7 €.
Día 11. Castillo de Neuschwanstein
Este fue un día, digamos, extraño. Unas tres semanas antes de iniciar el viaje nos dispusimos a buscar entradas para entrar en el castillo y vimos que todo estaba agotado hasta mediados de setiembre. Luego, vimos que con algo de suerte, se podían conseguir entradas físicas el mismo día de la visita.
Fuimos a las 07.45 h de la mañana, había bastante cola y la gran mayoría nos quedamos sin entrada (si esa es tu idea, ve mucho antes).
Además, durante el free tour de Múnich, el guía nos comentó que el famoso puente, desde el cual puedes hacer la mejor foto del castillo, estaba cerrado por obras (supongo que aprovecharon el parón por la pandemia).
Así que, sin entradas y sin vistas desde el puente, la visita la hicimos con otros ojos. Entrar al castillo nos daba más o menos igual porque al final todos son más o menos parecidos, pero lo del puente nos fastidió algo más. Igualmente, subimos la montaña para ver el castillo de cerca y vuelta abajo.
El día lo acabamos de una manera muy relajada: visitando uno de los centros termales de la zona.
Día 12. Ruta final
Este día lo contemplamos, ya que seguimos en territorio alemán, aunque ya empezamos el camino de vuelta. Teníamos por delante unas 8 h de coche hasta Lyon y queríamos parar en el lago Titisee (cerca de Friburgo), pero estábamos cansados tanto físicamente como de lagos.
Como somos dos conductores, hicimos 4 descansos/cambios y los aprovechamos para poner gasolina y comprar cervezas a modo de souvenir. Si quieres una caja de esas, pregunta en un supermercado alemán. Dejamos 1 € de depósito por si no devolvías la caja. La cajera nos miró con cara de… llévatela, que tenemos de sobra 🙂 .
Nada más por el momento, así que… ¡Nos vemos!
