Si quieres viajar a un país con mucha naturaleza, castillos, cerveza y buena comida, prepárate porque esta ruta por Eslovenia en 9 días te va a encantar.
La experiencia nos gustó mucho, pero, como en todo viaje, también tiene sus luces y sus sombras. Deberás seguir leyendo para describirlo.
Llegamos a Eslovenia en coche, desde casa, y por eso empezamos esta ruta por Eslovenia, “lejos” de la capital.
¡Prepárate para enamorarte de la naturaleza, la cultura y la historia de este país!
Índice de contenido
ToggleDía 1. Tolmin, Kozjak, río Soča y Alpes Julianos. 90 km (2 horas)
Eslovenia es un país muy verde y muy azul a partes iguales, y esta parte del viaje es un gran ejemplo:
Garganta Tolmin
Es un recorrido circular de 1 hora y media aproximadamente, en la que subimos más escaleras de las que nos hubiera gustado.
La entrada cuesta 10 € en agosto 2022 (aunque varía dependiendo de la época del año), y hay un parking en la entrada que cuesta 3 € / hora y los primeros 15 minutos son gratis.
Hay un parking gratuito más a menos a 30 min (2km) por si quieres ahorar unos euros.
Cascada de Kozjak
Es un recorrido más cortito que el anterior, ya que puede durar 30 minutos andando desde el parking.
A diferencia de Tolmin, en la que hay varios puntos de interés, en Kozjak solo está la cascada. Cierto es que el recorrido en sí es bonito pasando incluso al lado del río, pero el punto de interés del lugar es la cascada.
La entrada cuesta 5 € y se puede comprar allí mismo, en la caseta de la entrada. La caseta no está cerca del parking, tienes que andar bastante hasta ella, ya que está cerca de la cascada.
Bovec
Bovec es un pequeño pueblo ideal para hacer una parada, comprar o comer en alguno de sus restaurantes. Como en toda Eslovenia no existen casi parkings gratis. Si vas justo de tiempo o no tienes que comprar nada, este pueblo te lo puedes pasar.
En este pueblo salen la mayoría de excursiones para realizar deportes de aventura por la zona. Si quieres hacer rafting o canoa es el sitio ideal para realizar la reserva.
Río Soča
Este fue nuestro punto de desconexión en nuestra ruta por Eslovenia. Hemos apuntado en el mapa los tres puntos por los cuales accedimos al río.
Nuestra intención era bañarnos y relajarnos, pero claro, no pensamos que el agua estaría helada como todos los ríos…
Alpes Julianos
Dormir en un refugio en plenos Alpes Julianos fue una grandísima idea añadir esta parada en nuestra ruta por Eslovenia. Después de un día repleto de aventuras en plena naturaleza, y después de conducir por muchísimas curvas, llegar al refugio y salir a pasear en pleno atardecer rodeado de montañas… fue algo espectacular.
Aunque el refugio era sencillo y sin baño privado, estaba limpio. Cenamos allí, ya que no hay nada alrededor y la comida estaba super rica.
Día 2. Capilla rusa, lago Jasna, Zelenci, Vintgar, lago Bled. 38 km (36 minutos)
Seguimos nuestra ruta por Eslovenia a través de los Alpes Julianos hasta llegar al espectacular lago Bled, pero eso sí, parando en varios puntos de nuestro interés:
Capilla rusa
Siguiendo la misma carretera del refugio no tiene pérdida (aunque el acceso al parking es un poco difícil y es fácil de saltar). Te recomendamos estar atento, ya que si te lo saltas es muy difícil dar la vuelta.
Es una capilla construida por prisioneros de guerra rusos, en honor a los fallecidos durante la construcción de la carretera que cruza los Alpes Julianos.
Lago Jasna
El lago Jasna está formado por la suma de dos lagos artificiales, interconectados en la confluencia de dos arroyos.
Sin ninguna duda, es uno de los puntos TOP de los Alpes Julianos y también de la ruta por Eslovenia.
Compramos algo de desayuno y comimos tranquilamente en uno de los bancos alrededor del lago, cuál parejita de ancianos.
En este lago te puedes bañar y hay cambiadores gratuitos.
Reserva natural Zelenci
Otro de los puntos TOP de la zona. Agua increíblemente turquesa con los Alpes de fondo, hace que la estampa sea simplemente espectacular. Es un paraíso para todo tipo de fauna y flora.
No se paga ni entrada ni parking.
El camino hasta el lago es realmente bonito, pero muy corto, al igual que el lago que se tarda poco en visitar. Igualmente, lo consideramos uno de los puntos más bonitos de la ruta por Eslovenia.
Garganta de Vintgar
Los sentimientos con esta visita fue como una montaña rusa. Lo separaremos en dos: la garganta y los aparcamientos.
El recorrido de la garganta es de aproximadamente 1 hora y NO circular, por lo que luego hay que volver. Me pareció un lugar espectacular.
Es mejor comprar entradas por internet, ya que es un lugar masificado. A lo mejor no todo el año, pero cuando fuimos nosotros, en agosto, lo estaba. Si en tu ruta por Eslovenia puedes cuadrártelo para ir a primera hora, seguro que lo agradeces.
Al ser un recorrido no circular, al llegar al final encuentras que o vuelves en taxi (unos 7 € por persona) o vuelves andando. Tardamos algo más de 1 hora hasta llegar al coche, caminando por el monte, subidas, bajadas… creo que ahora pagaría el transporte. Además, el camino no está demasiado bien señalizado, ni es especialmente bonito.
La garganta tiene 5 aparcamientos disponibles, siendo el 1 el más cercano y el 5 el más lejano. Todos valen lo mismo, 5 €. Le preguntamos al chico que cobraba la entrada al parking por si podíamos ir a otro más cercano y nos dijo que estaban todos llenos. Oh sorpresa, no era cierto y acabamos en el más lejano.
Lago Bled
Como podrás imaginar, después de la caminata de vuelta al coche solo queríamos descansar.
Eso sí, después de pasar por nuestro alojamiento a dejar las maletas y comer algo, fuimos directos al lago Bled un imprescindible de cualquier ruta por Eslovenia (andando, ya que teníamos el alojamiento cerquita) y fuimos a ver la iglesia que está en la isla dentro del lago.
Precio del barquito ida y vuelta: 15 €.
Día 3. Vistas lago Bled, lago Bohinj y pueblecitos. 55 km (43 minutos)
Nos levantamos a primera hora de la mañana, subimos las maletas al coche y nos dirigimos al parking más cercano a los miradores del lago Bled.
Mirador del lago Bled
Fuimos a las 9 de la mañana, y ya había un cartel en la carretera que informaba que solo podían circular los coches que iban al camping. Como nadie le hacía caso, decidimos colarnos como el resto de coches.
Cerca de la subida al mirador hay un parking, que ya estaba bastante lleno, que cuesta 5€/hora. Seguramente si vas mucho más tarde no habría sitio.
Nosotros hicimos el primer mirador llamado Ojstrica. Después de subir un monte durante unos 20 minutos al fin llegamos al primer mirador del lago Bled (y el único al que llegamos).
La subida no es fácil por la cantidad de piedras que tiene el camino. Hay un pequeño trozo con un cable para subir/bajar, ya que resbala bastante. Hay que ir con buen calzado, nada de zapatitos o chanclas.
Lago Bohinij
Si juzgamos y comparamos el lago Bohinj y el lago Bled, para mi gusto gana el lago Bohinj.
El lago Bled está rodeado por una carretera que pasan infinidad de coches. Llenísimo de gente por todos los rincones y de barcos que van a la isla.
El lago Bohinj es mucho más grande que el lago Bled, está rodeado de naturaleza y aunque haya más gente bañándose, al ser tan grande siempre encontrarás un rincón para ti (si es que quieres remojarte un poco).
Hay varios parkings de pago alrededor del lago. Pagas por horas.
Plueblecitos eslovenos
Esta fue una de las decepciones del viaje. Fuimos a Eslovenia con la idea de hacer una mezcla de naturaleza, pueblecitos bonitos, algo de costa y la gran ciudad.
Lo cierto, es que estos pueblecitos eran bonitos, pero no había ni un alma por las calles. Ni lugareños, ni turistas. Y claro, pasear por pueblos vacíos corta un poco el rollo… Y eso que fuimos en el mes de agosto y por la tarde.
Los pueblos que visitamos fueron: Radovljica, Kranj y Skofja Loka.
Con esto no queremos decir que no vayas, sino que lo tengas en cuenta.
Día 4. Liubliana
La capital nos encantó. Ciudad pequeñita, con “todo cerca”, llena de vida (todo lo contrario que los pueblecitos de antes…), bares, restaurantes… todo lo que puedes esperar de una capital.
Subida al mirador del castillo de Liubliana, visita al centro de arte Metelkova (el cual es curioso… pero no volvería), largo paseo por el centro y alguna que otra cervecita.
Sin olvidarnos la preciosa fachada del ayuntamiento o la catedral de San Nicolás, disfrutando de la calle Mesthi o comer un delicioso helado en Vigò. Liubliana no te la puedes perder.
Día 5. Velika Planina. 66 km (1 h y media, tiempo de ida y vuelta)
Acabamos de llegar a la ciudad y ya la abandonamos buscando montaña. Es una escapada perfecta en coche (1:30 h)para un día de ida y vuelta, ya que volvimos a dormir a Liubliana. También te puedes alojar allí, pero es bastante caro. En nuestro caso y para de tipo de turismo que nos gusta, no era una opción. Si eres un enamorado de los trekkings, estudia mejor la zona porque a lo mejor te interesa.
Para llegar a Velika Planina hay que coger un teleférico (hay un parking en su base) y luego seguir en telesilla (aunque podrías andar).
Tengo miedo a las alturas, pero mi miedo a subir montañas andando es peor, así que al telesilla de cabeza.
El precio ida y vuelta en esos transportes es 19 €, aunque si quieres hacer la subida y luego volver andando, cuesta 13 €. Si compras online el ticket tendrás 2 € de descuento y te ahorras una pequeña cola.
Al estar muy alto hace bastante frío comparado con Liubliana. Hay que llevar una chaqueta o algo de abrigo.
Velika Planina es el pueblo de pastores más grande de Europa. Esta compuesto al rededor de 140 cabañas y es reconocible por su característica arquitectura. Los tejados están recubiertos de tejas de abeto que casi llegan hasta el suelo.
Hay bastantes rutas de senderismos por la zona que es realmente bonita. Sí que es verdad, que ha perdido un poco la autenticidad, ya que parece muy preparado para el turismo, pero no le resta belleza.
En lo alto encontrarás baños, un restaurante por si quieres comer algo típico de la zona. Los precios son bastante elevados. Recomendamos llevar bebida y comida para ahorrar.
Kamnik
Al igual que los otros pueblecitos le falta “vidilla”. Es bonito y tranquilo, pero creemos que demasiado soso. Aprovechamos para comer allí en un paquistaní delicioso.
Como curiosidad, ha sido el único lugar en todo Eslovenia en la cual que tanto para comer o para tomar un helado nos han dicho que no aceptaban tarjeta. Es decir, hay que llevar efectivo.
Día 6. Fuentes de cerveza, Ptuj y Maribor. 130 km (1 hora y 20 minutos)
Abandonamos la capital y ponemos rumbo al punto más lejano de nuestra ruta por Eslovenia, Maribor (otro de nuestros errores).
Fuentes de cerveza
Como en todo viaje, quisimos visitar algo que nosotros consideramos “freak”. Imagina que a alguien de tu pueblo le toca la lotería y quiere gastar parte de su dinero en algo que le mole a sus vecinos.
Pues esto es lo que pasó en el pueblo de Žalec. Aunque no para “contentar a sus vecinos”, sino que para intentar que su pueblo generara más ingresos.
¿Cómo funciona el sistema de las fuentes? Es muy sencillo: compras una jarra de 1 cl (muy pequeña) que lleva un chip, y cuesta:
- 3 culines: 7,6 €.
- 6 culines: 9 €.
- 10 culines: 11 €.
Digo “culines” porque, aunque la jarra sea pequeña, tampoco se llena hasta los topes. El último paso es dejar la jarra en cada una de las fuentes, apretar el botón y disfrutar.
Para aclarar, yo conduje antes de las fuentes. Después lo hizo Natalia, que no bebió.
Castillo de Celje
Se encuentra a unos 20 minutos de las fuentes, y es una visita que puedes hacer en 1 hora o menos.
La entrada cuesta 7 € y el parking es gratis.
Ptuj
Muy cerca de la última parada de esta etapa, Maribor. Al igual que el resto de pueblos mencionados, la falta de “vidilla” hace que el pueblo tenga menos encantos. Además, el tiempo no nos acompañó demasiado. Como puedes ver en las fotos, estábamos casi solos y eran las 5 de la tarde.
Maribor
La gran decepción del viaje (para nosotros). Sí, se puede visitar y como ciudad está bien, pero desde el primer momento teníamos esa sensación de que “aquí nos hemos equivocado”.
Si te gusta el vino puede que disfrutes más de la ciudad, ya que parece que todo el turismo se dirija a ese sector. Tanto es así, que en Maribor se encuentra la que dicen es la vid más antigua del mundo, con unos 400 años de antigüedad.
Día 7. Cuevas Skocjan y Postojna y castillo Pretjama. 180 km (2 horas y 10 minutos)
La zona que no puede faltar en tu ruta por Eslovenia. Para nosotros una de las experiencias que más nos gustó.
Cuevas Skocjan
No puedes perderte la impresionante cueva de Skocjan, parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y considerada uno de los fenómenos subterráneos más importantes del mundo. Aunque la entrada cuesta 24 €, en esta ocasión, el aparcamiento es gratuito.
Al ingresar a la cueva, notarás que la temperatura interior es de alrededor de 10-12°C, por lo que es importante llevar ropa abrigada y calzado cómodo. Ten en cuenta que no está permitido tomar fotos ni vídeos en el interior de la cueva.
El recorrido guiado dura aproximadamente una hora y cuenta con unos 500 escalones, en su mayoría de bajada. Quedarás impresionado por la inmensidad de la cueva y las formaciones de estalagmitas y estalactitas.
Cuevas Postojna
Las cuevas de Skocjan son una de las visitas más destacadas de Eslovenia y una experiencia que no te puedes perder. A pesar de estar enfocadas al turismo, todo está muy bien organizado para garantizar una visita fluida y emocionante. Aunque el precio de la entrada (28,50 €) y del aparcamiento pueden parecer un poco elevados (6 €), puedo asegurarte que valen cada céntimo.
El recorrido comienza en un tren eléctrico que te llevará a través de un paisaje subterráneo increíble, lleno de formas rocosas imposibles y galerías espectaculares. Una vez finalizado el viaje en tren, los guías esperan para comenzar la visita guiada a pie. Hay diferentes idiomas para elegir, pero en esta ocasión también dan audioguías en castellano.
Aunque la Cueva de Skocjan tiene más de 21 kilómetros de pasadizos y salas, “solo” se visitan 5 kilómetros durante la hora y media que dura la visita.
Castillo Predjama
Castillo Predjama, construido aproximadamente hace 800 años, es una de las atracciones turísticas más famosas de Eslovenia. Se encuentra dentro de una cueva y es el castillo más grande construido en estas condiciones, lo que lo hace impresionante a la vista. Además, figura en el libro de los Récord Guinness.
Su dueño más famoso, Erasmo, es conocido como el Robin Hood esloveno y su historia es muy interesante. Sirvió honradamente a su rey, Federico III, hasta que este decidió ajusticiar a muerte a su mejor amigo. Erasmo enfadado, decidió aliarse con el rey de Hungría y, posteriormente, su exrey lo asedió en el castillo de Predjama.
El castillo en sí no tiene demasiados elementos de la época debido a que la humedad los deterioraría fácilmente.
En nuestra opinión, ver el castillo por fuera es impresionante, pero su interior no es tan interesante como cabría esperar. Si tienes poco tiempo o presupuesto, verlo por fuera es suficiente.
Día 8. Koper y Trieste. 74 km (54 minutos)
La costa mediterránea de Eslovenia es un destino fascinante para aquellos que buscan relajarse junto al mar y explorar ciudades con una rica historia. Trieste y Koper son algunas de las joyas de la costa adriática eslovena. Esa noche la pasamos en Piran.
Trieste
Tuvimos la oportunidad de visitar Trieste y debo decir que nos gustó mucho esta ciudad Italiana. La ciudad ofrece una mezcla de cultura italiana y eslovena que la hace única en su estilo. Si tienes la oportunidad de visitarla, te recomendamos que lo hagas, pero si no, no te preocupes, tampoco es un destino imprescindible.
En cuanto a las cosas que visitar en Trieste, hay cinco lugares que no puedes perderte: el Castillo de Miramare, el Piazza Unità d’Italia, la Catedral de San Giusto, el Museo Revoltella y el Barrio de la Ciudad Vieja. Todos ellos son lugares interesantes y llenos de historia.
Además, la gastronomía italiana de Trieste es una delicia. No puedes dejar de probar los famosos helados italianos.
Koper
Koper es una ciudad portuaria situada en la costa adriática de Eslovenia. Durante nuestra ruta por el país, visitamos este pueblo y nos sorprendió gratamente su ambiente veraniego. El centro del casco antiguo medieval es especialmente bonito, con una plaza llamada Titov Trg que cuenta con monumentos de influencias venecianas, como el Palacio Pretoriano y una logia de estilo gótico.
En comparación con los pueblos de interior que habíamos visitado, Koper era mucho más animado, con un ambiente relajado y agradable.
Había música en vivo y una gran cantidad de restaurantes en los que probar la deliciosa gastronomía local. Además, el precio del parking nos pareció muy económico, solo 1 € la hora.
Día 9. Piran e Izola
Utilizamos de base Piran, pero realizamos una excursión a Izola. Hay que tener en cuenta que fuimos en verano, y tiene sus pro y contras.
Estaba todo muy lleno, pero también es la mejor época para ir porque tiene mucho encanto y puedes disfrutar de sus playas.
Izola
Debo decir que Izola es un lugar encantador con sus casas de colores y sus estrechas calles adoquinadas. Aunque es cierto que es una ciudad pequeña, para mí resultó una visita muy agradable.
La carretera para llegar a Izola estaba bastante concurrida y el tráfico hizo que tardáramos mucho en llegar.
Piran
Como amantes del mar, no podía dejar de visitar este lugar mágico.
Una de las cosas que más nos impresionó de Piran fue el atardecer en la playa. Ver el sol desaparecer lentamente en el horizonte mientras las olas del mar acarician la arena fue mágico.
Otro punto destacable de la visita fue la comida marinera del restaurante Fritolin Pri Cantini. Todo estaba fresco y delicioso. Definitivamente, un lugar que no puedes perderte.
Una de las paradas imprescindibles es el campanario, por solo 2 € puedes disfrutar de las vistas panorámicas más increíbles de la ciudad.
Todo lo bueno se acaba, y al día siguiente ya empezamos la ruta de vuelta a casa.
Nada más por el momento, así que… ¡Nos vemos!