Queríamos pasar un fin de semana diferente, así que miramos la web de Renfe, compramos los billetes en Alvia y nos fuimos a San Sebastián. Llegamos a las 13.03h del sábado y a las 16.10h del domingo ya volvíamos hacia Camp de Tarragona.
Así pues, aquí llega la guía de San Sebastián en 1 día!
Transporte
Como ya hemos dicho, miramos cuanto costaba ir en coche pero al ir sólo dos personas, al final nos decidimos a ir en tren, en un Alvia.
El viaje son unas 5h (desde Camp de Tarragona). La ida fue bien, pero la vuelta tuvimos un retraso de 35 minutos… eso si, nos devolvieron el 25% del importe del billete (hay que pedir la devolución en su web).
¡Atención! Debajo de los asientos (cualquier categoría de asiento) hay un enchufe. Así que si eres de los que llevan tablet, portátil o simplemente juegan con el teléfono, es una manera de no gastar la batería antes de llegar…
Dónde dormir
Cuando quisimos reservar hotel con Booking, vimos que los hoteles eran excesivamente caros… Al final nos decidimos por la Pensión Aristizabal, que por una habitación doble con baño privado nos costó 99€. Después vimos que en su web que es más barato, pero también coincidimos con el Triatlón de San Sebastián y los precios subieron…
El punto fuerte de la pensión es su localización, y es que se encuentra a 5 minutos andando de la estación y a unos 10 del centro histórico y de la playa de la Concha.
Dónde comer
Esta pregunta es un pecado en sí, ya que la gastronomía vasca es “la ostia”. Sólo hay que perderse en su centro histórico e ir entrando en los bares de tapas que estén más llenos. (que si está lleno será por algo)
Teníamos poco tiempo y muchos pinchos por probar, así que a eso fuimos.
Por cierto! Uno de los mejor helados que hemos comido, sin ninguna duda es el de la Heladería Oiartzun, cerca del centro histórico (y situada en el mapa). Espectaculares!
Qué hacer en San Sebastián
Aparte de comer se entiende… así que después (o casi mejor antes) de ponerse ceporros, hay que andar para quemar un poco.
No sólo andar por el centro histórico buscando bares, sino por ejemplo, rodear el Monte Urgull, desde su lado en el río Urumea, hasta llegar a la Bahía de la Concha.
Una vez llegados a la playa de la Concha, siempre podéis descansar un poco para después seguir andando hasta el otro monte, el Monte Igueldo.
Hay dos opciones para subir hasta arriba del monte, el cual tiene un pequeño parque de atracciones para niños. Uno es andar… Pero como ya estaréis cansados, mejor coger el funicular por un precio de 3,15€ ida/vuelta o de 1,75€ sólo ida (y bajáis andando).
Cerca de la base del Monte Igueldo, se encuentran los Peines del viento. Esculturas que jugando con las olas, expulsan aire sobre los turistas desprevenidos.
Con tan poco tiempo para disfrutar de la ciudad, no pudimos hacer mucho más aparte de andar y comer, volver a andar y volver a comer… y beber un poco…
El resto de ciudad la dejamos para la siguiente visita, que la habrá.
Nada más por el momento así que… Nos vemos!